Potencia tus recursos psicológicos

Potencia tus recursos psicológicos

ACTIVA TUS RECURSOS PSICOLOGICOS

¿Cómo se puede crear una vida plena? : Activando tus recursos psicológicos

¿Te has parado alguna vez a reflexionar acerca de tu mochila de cualidades, capacidades y bagaje de vida?

Los recursos psicológicos, son como los primeros auxilios, con la particularidad de que van contigo, se encuentran en tí, a condición de que te acuerdes de promocionarlos, usarlos y en definitiva apreciarlos.

Hacer uso de una  guía propia de habilidades personales y autoapoyo que te permita  en primer lugar apreciar y reconocer tus recursos personales, potenciar  y crear nuevas habilidades, activar estados de bienestar  y sobre todo experimentar movimientos hacia la apertura y expansión de un buen vivir en el momento actual, es clave en estos tiempos.

¿Cómo puedo crearme un programa de recursos y fortalezas psicológicas para recrear y encontrar mi bienestar personal?

Mayoritariamente contamos con muchos recursos, la trampa suele ser que no nos paramos a reconocer su valor porque no los usamos, al considerar que carecen de utilidad, aprecio, o por valoraciones desajustadas que nos pueden complicar la toma de decisiones.

Como decía Aristóteles, somos lo que repetimos cada día así que si nuestro deseo consiste en poder crear una vida plena, necesitaremos captar qué experimentamos, dónde ponemos límites, o si por el contrario hay una dificultad por señalarlos, para ir moldeando nuestra acción respetuosa en primer lugar contando con nosotros como protagonista principal.

Para crear una vida plena  primero de todo se debe CAPTAR lo que podemos experimentar nos guste o no, huyendo de la idea de la delimitación de bueno y malo, mejor, peor ya que con esos gestos se van erigiendo los  límites  frente a lo que podemos hacer, sentir y en consecuencia experimentar como adecuado o desajustado.

Ignorar dichos límites, suprimir ciertos aspectos que se juzgan como incorrectos, nos  conduce a la negación de la acción y más adelante al fracaso.

Nuestras acciones y sentimientos en muchas ocasiones, están influidas generalmente por otras personas estén o no presentes, por experiencias biográficas, por interpretaciones poco contrastadas o confrontadas desde la honestidad íntima y por qué no, hasta desde una ceguera que nos evita mirar lo que nos desagrada.

La presencia del otro impone objetivos y proporciona retroalimentación,  incluso la interacción más simple impone retos que afrontamos con nuestras habilidades interpersonales. Nuestro tono de voz, una sonrisa, modales, forman parte de las habilidades que necesitamos para parar a un extraño a pedirle la hora en la calle.

Las interacciones poseen muchas de las características de las actividades de flujo y sin duda exigen una inversión metódica de energía psíquica.

 

¿Qué recursos psicológicos forman parte del botiquín personal que debidamente utilizados sirven de protección, mejoran la calidad de vida y el bienestar subjetivo?

Aquí te señalo algunos de los principios activos de este conjunto de recursos que en mayor o menor medida forman parte del bagaje evolutivo de la especie humana:

  • El optimismo
  • El afrontamiento positivo
  • Estilos adecuados de comunicación
  • Mantener buenos niveles  de higiene emocional
  • Ejercitar la autoestima
  • Mejorar el sentido de humor
  • Tener una buena capacidad para solucionar problemas
  • Gozar de cierto  autocontrol
  • Fortalecer el sentido de coherencia
  • Cultivar un buen apoyo social

Todos queremos fluir, término asociado a la idea de disfrutar, cuando el paso del tiempo transcurre imperceptible.

Para atravesar momentos de cambio, activa estos recursos psicológicos, porque será mas ecológico para tí, tu cerebro se alineará con la idea poderosa de que eres capaz. Desactivará a tu sistema de supervivencia.

El cerebro empoderado cree y usa la palabra como generador de cambios neuroquímicos.

Es indudable que como especie y como seres inteligentes, bien adaptados estamos orientados para sufrir lo menos posible. Para ello nada mejor que hablarnos bien y tratarnos mejor.

Si la palabra es poderosa, no lo será menos cuando nos hablamos y nos pensamos en clave optimista.

Recuerda que se trata de un factor contagioso, puesto que  de estar el optimismo, atrae fomenta y multiplica las buenas relaciones, nos hace más resistentes a enfermedades cardiovasculares, longevos y fortaleciendo al  escudo protector que es el sistema inmunológico .

 

Potenciar recursos positivos, como la confianza en uno mismo, el entusiasmo, el optimismo, y sobre todo experimentarlos, mejora la salud física de quienes lo practican, con dedicación eso sí, reestructurando y reemplazando hábitos, puesto que no existen fórmulas mágicas gratuitas, o de mercadillo.

Quédate como colofón con esta reflexión de cierre, arranca de ti mismo un aspecto de interés y comprométete a través de estas preguntas:

¿Qué puedo hacer para mejorar mi bienestar?

¿Cómo puedo incluir pensamientos optimistas de cara al futuro?

¿A qué me comprometo conmigo de manera inmediata en el día de Hoy?

Haz uso de tu dialógo interno con alguna frase que que comience con esas propuestas y no te acuestes sin realizar un bonito balance de tu jornada, apreciando- te agradeciéndo-te y sobre todo recordando- te que si estás aquí y ahora es porque algo mayor que tú te cuida.

 Hoy es el principio de…..

Desde el deseo de lo mejor….

 

Si quieres te lo explico y si me lo permites te lo muestro, ¿hablamos?

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