Causa de bajas laborales:
El estrés como consecuencia del desempeño laboral, es una de las causas que mayor número de bajas médicas ocasiona en la actualidad.
El trabajo lo desarrollan las personas con ayuda de sus expectativas, el despliegue de motivaciones particulares y esas destrezas y capacidades al servicio de un buen vivir.
Sin embargo, cuando las personas trabajadoras no encuentran un sentido a su labor, cuando el pesimismo hace acto de presencia, porque las relaciones interpersonales son difíciles, cuando algo nos empuja y hace cuesta arriba encontrarle gusto a nuestro buen hacer, entonces perdemos nuestro dinamismo, el desánimo, la inercia y el automatismo va irrumpiendo en lo cotidiano.
Si la paleta cromática de tu día está coloreando de gris el momento presente, tanto a la hora de realizar tu trabajo, como al localizar aquellas pequeñas cosas que puedan arrancar de nuevo el gusto, el brillo perdido y esa ilusión que es el motor de energía «PARA», significa que te encuentras en modo de alerta: activando tus sensores y el radar de tu sistema nervioso.
Lo que las personas piensan sobre sus actividades profesionales, guarda una estrecha relación con mantener estados óptimos de bienestar.
La multiplicidad de tareas que las personas trabajadoras realizamos, la doble o triple actividad dentro y fuera del espacio laboral, obliga al hacer y deja poco o escaso espacio para la quietud y regeneración de nuestro cuerpo, el contenedor que hace posible todo aquello que necesitamos y decidimos abordar.
El cuerpo guarda y tiene un papel protagonista en el estrés.
¿Lo habías pensado? ¿Qué haces con tu cuerpo? ó lo que es más importante ¿ Qué haces para tu cuerpo y por tu cuerpo?
Es entonces cuando nuestro sistema de supervivencia se ha activado, hemos encendido un interruptor que no sabemos como desenchufar, nuestro cuerpo nos avisa y nosotros muchas veces no entendemos su significado y lo que es aún mas alarmante, queremos hacer algo para manejarlo y no lo conseguimos: bienvenidos al estrés 3.0
El sistema de supervivencia, cuando se enciende, lo que activa es la respuesta del estrés.
Entre otros procesos, lo notaremos por ciertas señales de fácil comprobación: enviará señales desde el cerebro hacia nuestros riñones, para activar las glándulas suprarrenales.
Producirá un aumento de la frecuencia cardíaca, para bombear más sangre por nuestra red de tuberías o mangueras que representan a nuestro sistema cardiovascular;.
Nos dificultará la capacidad de procesar y recordar cosas y desplegar habilidades, nuestro pensamiento se volverá insistente como un disco rayado y hasta nuestro comportamiento podrá tornarse más “agresivo” tanto en el uso del lenguaje, como a nivel de nuestra expresión facial y corporal.
¿Qué podríamos hacer para mejorar y sobre todo regular ese termostato ese sistema que se ha activado como si tuviera vida propia?
Medidas higiénicas que ayudan a combatir de manera exitosa el estrés:
- Trata de ir incorporando en tus hábitos alimenticios una dieta equilibrada y regulariza en tu rutina la incorporación de cierto ejercicio físico.
- Distribuye dentro de tu calendario de actividades una parte de tiempo personal a “no hacer nada ” ¿Qué tal si lo haces por un mínimo de 20 minutos diarios?.
- Procura organizar tiempo al descanso: dormir entre 7/8 horas de manera regular y diaria repara procesos y regenera estructuras internas.
- Dedica varios momentos de tu día a respirar de manera consciente. Las tensiones ordinarias nos hacen respirar de manera ineficaz y poco efectiva y nos lleva hacia una oxigenación insuficiente. Para restaurar el equilibrio, huye de la automatización de tu manera de respirar. Pon atención a cómo entra y sale el aire por tu nariz, sin forzar. Solo presta interés en cómo es ese proceso en tí. Este simple ejercicio realizado como un hábito, contribuye a clarificar el pensamiento y aporta serenidad.
- Establece y determina cuales son tus prioridades y sigue esa secuencia sin ser estricta/o.
- Esboza objetivos razonables y fija metas realistas y fácilmente alcanzables. Los ideales son costos de alcanzar y pueden afectar a tu gusto por la consecución de metas.
- Aprender a delegar y a ser consciente de que eres un ser con limitaciones. Saber pedir colaboración contribuye de manera satisfactoria a reducir la percepción de estrés sentido internamente.
- Incorpora una sonrisa en señal de reconocimiento y respeto hacia tu persona cada vez que sientas que “todo es un asco”.
- Piensa que Tú eres tu mejor amigo y quien mejor se conoce, dialoga internamente enviándote mensajes de ánimo como si de un amigo se tratara.
- Relativiza y recuerda: a veces el estrés es una llamada de atención para cambiar algún aspecto del modo en que estás viviendo y pudiera resultar que es una forma que choca con tus valores mas nucleares e irrenunciables que te caracterizan y vertebran.
Eres lo que piensas de ti.
Puede decirse que la calidad de las relaciones humanas incorpora siempre tu percepción y tus experiencias
La exigencia con uno mismo y con los demás, el trabajo veloz, el estilo de relación que despliego con los demás (calidad del liderazgo emocional), la carencia de horizontalidad en las relaciones (nadie está a la altura), la falta de reconocimiento de esfuerzos e intenciones realizadas, tanto en los demás como en uno mismo, pueden provocar en su conjunto, la desmotivación, el desgaste y esa apatía que nos priva de energía orientada «para».
De ahí que acostumbremos a ir incorporando en el vocabulario me siento estresado, sin tono ni dinamismo vital.
Redirigir la atención hacia el interior, es un gesto que nos proporciona la oportunidad de fijar parámetros personales que nos ayuden a regular la neurología.
Es preventivo y denota cuidado y sabiduría personal.
Probarlo, es un buen comienzo, si quieres te ayudo.
¿hablamos?
Responder